Punto de Vista, Dialogo, Ubicación y Ritmo
El PUNTO DE VISTA se basa en un concepto muy básico: las cosas se ven de una manera diferente dependiendo de quién las está mirando y desde qué perspectiva las mire. El punto de vista, al igual que los microscopios y los telescopios, nos puede revelar cosas que de otra manera pasarían desapercibidas.
El punto de vista trata de los siguientes temas:
- ¿Quién está hablando, el narrador o un personaje?
- ¿De quién son los ojos que están viendo el modo en que los acontecimientos se despliegan en la narración?
- ¿De quién son los pensamientos a los que tienen acceso los lectores?
- ¿Desde qué distancia se están observando los acontecimientos?
Existe una multitud de maneras de manejar estas cuestiones y por eso el punto de vista es un tema bastante complejo
Narración en Primera Persona
Una historia narrada desde el punto de vista de una primera persona normalmente está contada por un personaje del relato y casi siempre por su protagonista. El narrador cuenta la historia de «lo que yo hice» El narrador es testigo de la historia, y el lector lo percibe así.
Ejemplo:
La tristeza, un cuento de Rosario Barros Peña,
“El profe me ha dado una nota para mi madre. La he leído. Dice que necesita hablar con ella porque yo estoy mal. Se la he puesto en la mesilla, debajo del tazón lleno de leche que le dejé por la mañana. He metido en el microondas la tortilla congelada que compré en el supermercado y me he comido la mitad. La otra mitad la puse en un plato en la mesilla, al lado del tazón de leche.
Mi madre sigue igual, con los ojos rojos que miran sin ver y el pelo, que ya no brilla, desparramado sobre la almohada. Huele a sudor la habitación, pero cuando abrí la persiana ella me gritó. Dice que si no se ve el sol es como si no corriesen los días, pero eso no es cierto. Yo sé que los días corren porque la lavadora está llena de ropa sucia y en el lavavajillas no cabe nada más, pero sobre todo lo sé por la tristeza que está encima de los muebles. La tristeza es un polvo blanco que lo llena todo. Al principio es divertida. Se puede escribir sobre ella, “tonto el que lo lea”, pero, al día siguiente, las palabras no se ven porque hay más tristeza sobre ellas. El profesor dice que estoy mal porque en clase me distraigo y es que no puedo dejar de pensar que un día ese polvo blanco cubrirá del todo a mi madre y lo hará conmigo. Y cuando mi padre vuelva, la tristeza habrá borrado el “te quiero” que le escribo cada noche sobre la mesa del comedor.”
Narración en Tercera persona
Cuando se utiliza el punto de vista en tercera persona, el narrador no es un personaje del relato sino una voz creada por el autor para contar la historia.
Ejemplo:
Mejor que arder, de Clarice Lispector
Era alta, fuerte, con mucho cabello. La madre Clara tenía bozo oscuro y ojos profundos, negros. Había entrado en el convento por imposición de la familia: querían verla amparada en el seno de Dios. Obedeció.
Cumplía sus obligaciones sin reclamar. Las obligaciones eran muchas. Y estaban los rezos. Rezaba con fervor. Y se confesaba todos los días. Todos los días recibía la hostia blanca que se deshacía en la boca.
Pero empezó a cansarse de vivir sólo entre mujeres. Mujeres, mujeres, mujeres.
Narración en Segunda persona
Igual que ocurre con los puntos de vista en tercera persona, las historias narradas desde el punto de vista en segunda persona usan la voz de un narrador. Sin embargo, en la segunda persona, el narrador nos cuenta lo que hiciste o dijiste tú.
Ejemplo:
Diario de invierno, de Paul Auster
Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro.
Tus pies descalzos en el suelo frío cuando te levantas de la cama y vas a la ventana. Tienes seis años. Afuera cae la nieve, y en el jardín las ramas de los árboles se están poniendo blancas.
DIALOGO
Convenciones del dialogo:
El guión largo, en castellano, le indica al lector que alguien está hablando:
–Eh, tú, ¿has visto mi zapato izquierdo?
–Mira en tu pie derecho.
Una de las principales convenciones del diálogo es el uso de muletillas. En los diálogos, la mayoría de los escritores añaden muletillas, también conocidas como atribuciones, que nos permiten saber quién dice qué. «Dijo» es la muletilla usada con más frecuencia.
UBICACIÓN, ESCENARIO Y RITMO
Además de situar al lector en un lugar y en un tiempo físicos, el escenario puede mejorar también el paisaje emocional de un relato y afectar a su atmósfera y estado de ánimo. El escenario juega un papel importantísimo en quiénes son nuestros personajes, cómo se visten, cómo hablan, cómo se relacionan socialmente, cómo trabajan, viajan, comen, etc. Es importante resaltar que las personas se comportan de una cierta manera en su hábitat natural y es importante que prestes atención a cómo se ven afectados tus personajes por su entorno.
En cuanto al ritmo de una historia, la forma más normal de manipular el tiempo literario consiste en comprimirlo y expandirlo para que encaje con lo que tu historia necesite. El tiempo transcurre para nuestros personajes pero el escritor puede controlar con cuánta velocidad o lentitud fluye. Los escritores no muestran en sus textos cada uno de los momentos de una trama, cada instante en la vida de un personaje, desde su nacimiento hasta su muerte; por el contrario, pasan muy rápidamente, o incluso omiten fragmentos de tiempo que resultan irrelevantes para la narración y en cambio ralentizan y expanden los que son más importantes.
Moverse demasiado deprisa por una parte significativa del libro puede llevar al lector a sentirse decepcionado o confuso. De igual manera, avanzar demasiado despacio o centrase en acontecimientos irrelevantes, puede resultar aburrido.
ACTIVIDAD:
Ubica al personaje anterior que has creado en un escenario concreto: su casa, el trabajo, en el bar con los amigos…